sábado, 28 de junio de 2014

Vivencias



Volver a cantar (un año después de una operación de cáncer de tiroides)

Quiero vibrar con mi canto alegre...
Darle gracias a la vida
por volver a cantar una canción...
Que sin música mi alma muere,
sin ritmo entristece mi corazón...
Pensé que jamás podría hacerlo.
Recuerdo que cuando sonaba una melodía
mi ser la acompañaba por dentro.
Es tan maravilloso cantar...
Tan sublime como poder amar...
De nuevo (...)

A ti, mi pequeña Lucecita

Llegaste a mi vida
irrumpiendo con tu llanto
lleno de luces de colores
que venían de allá...
De donde tú y yo sabemos...
Te acurrucabas en mi regazo
mientras mi corazón de madre
te cantaba una nana inolvidable...
¡Qué ojitos tan profundos!
Tu carita tan blanquita...
Tu pelo oscuro,
parecías una princesita.
Aún hoy continuo sintiendo
dentro de mí
tus débiles pataditas...
¡Cuán bella es la maternidad!
Mi mejor carrera...
Cum Laude en mi Licenciatura Materna.
Con errores, con virtudes,
siempre llena de inquietudes
pero inundada también
de grandes alegrías.
Cuando dices “mamá”, siento como si bajase
DIOS a tocar mi corazón para protegerlo.
Te querré siempre, estés donde estés...
Seas quien seas...
¡Mi Princesita Valiente! 
Mamá.

                                       

El fondo de mi ser

En el fondo de mi ser
escucho una canción
que me dice que deje
de llorar y que busque
una ilusión.
Porque vivir es como cantar,
es cuestión de sintonización;
un ritmo que late
en el interior
y que se expande
al exterior.
En el fondo de mi ser
resuenan nombres
desde una sola voz,
que me piden que sea música,
que sea acorde,
que sea vibración...

Sentir canario

Mi sentir canario lo llevo
con inmenso orgullo
donde quiera que vaya...
Llevo en mi sangre al Roque Nublo,
los almendros en flor de Tejeda,
el Barranco de Asuaje,
la Playa de Las Canteras...
Mi querido y añorado
Pinar de Tamadaba...
¡Cuán bello es sentir una folía!
Escuchar el dulce canto
del arrorró canario...
El cantar de un timbrado,
la alegría o tristeza de un timple...
Todo eso y aún más,
nos une a los isleños
de esta bendita tierra donde
el sol brilla intensamente,
donde la luna baña al mar
con sus reflejos plateados.
Hermosa Cumbre,
amadas montañas...
Especial es mi Dedo de Dios,
el Paseo de los Poetas
de mi querido Agaete...
Preciosa Virgencita del Pino,
imponente paisaje el de Teror,
con mi linda finca de Osorio
que tan gratos recuerdos
de dulces vivencias me trae.
El repicar de las campanas
de mi Barrio de Vegueta
en el que nací....
Recuerdos entrañables
de la Isleta...
Mi calle Juan de la Cosa...
Me lleva a recordar
aquellos alegres días de noviazgo
en los que todo me parecía
aún más lindo, si cabe...
Canaria soy
porque aquí nací...
Canaria soy
porque aquí moriré (...)

Siempre a mi lado ( a mi añorado amigo-ángel Kevin)

Ha transcurrido tanto tiempo

desde que partiste rumbo

a un maravilloso lugar
en el que sé que te encuentras...
Grandes alegrías y tristezas
han llenado mi existencia terrenal.
Pero siempre mi pensamiento
te ha llevado unido a mi corazón...
Cuando te conocí sentí que sabías
que tu viaje sin retorno estaba
a punto de comenzar...
No sé cómo lo intuí,
pero lo que sí pude expresar
es que tú eras el gran amigo
que nunca llegué a tener...
Me diste tu bella amistad
acompañada de buenos consejos.
Te acepté tal como eras
al igual que tú lo hiciste conmigo...
Fue tan grande pero a la vez
tan dulce mi dolor al saber
de tu partida...
Sentía mi alma compungida
al recordar la pureza de tu ser...
La peor de las soledades
fue tu última compañera
en tus últimos días.
Ojalá hubiera podido acompañarte,
poder despedirme de ti.
Sin embargo, mi ser te siente
alrededor  mío como si de un maravilloso
Ángel se tratara...
En verdad siempre estarás conmigo
y sé que algún día después
de mi partida,
nos volveremos a encontrar.
Mientras tanto, jamás te vayas...
Permanece junto a mí
Velando por mis sueños (...).

A mi Padre Eterno


Padre: Eres la Luz que ilumina mi vida.
Sin ti el caminar es oscuridad,
la existencia, se hace inexistencia...
¡Te quiero tanto!
En ti he puesto todas mis esperanzas.
Tu Fe mueve montañas enormes de Amor.
Cielos Eternos de Luz Divina
en los que reina la Paz de tu Omnipresencia,
consuelan mi alma.
En ella estarás por siempre Tú...
Mi Padre... Dador de Vida.
Amor del Amor...
Infinita Gracia del mundo...
El más Grandioso Tesoro
que perdurará por siempre
en las aguas nítidas
de mi espíritu iluminado...

A mi madre con amor


Hoy es tu día Madre.
Pero el día tuyo
no es sólo hoy...
Son todos los días
que nos has regalado
con tu Amor
durante todos estos años
que has velado por nosotros.
Años de sacrificios,
de pureza de Madre,
de darnos el regalo de tu Amor.
Mamá: son cuatro letras
al igual que la palabra Amor...
Por eso hoy, en este día señalado
quiero decirte que te agradezco
con lo mejor de mi alma
todo lo que has hecho por mí...
¡que es demasiado!
Donde quiera que estés,
donde quiera que vayas,
ahí estaré y tú estarás en mí...
Porque cuando me trajiste
a este lindo mundo,
me regalaste un pedacito
de tu Ser
en forma de Corazón.
¡Gracias, Madre!
¡Te quiero!

Sonidos angelicales

Comprendo que los sonidos angelicales
de mi existencia
tengan que desentonar de vez en cuando,
para volver a ser afinados
por la Luz de la Vida...

A mi hijo Miguel Ángel


Recuerdos... Dulces recuerdos
de un Ser que llegado a este mundo inundó
como el Sol
mis entrañas... Mi Alma,
un hermoso día...
Un lindo nacimiento.
Eras tú: Miguel Ángel,
mi primer hijo...
¡Qué bellos momentos!
Sentir tu cuerpecito temblar junto al mío.
¡Oh Dios! ¡Fue tan grande lo que sentí!...
Parecía estar en un sueño.
Pero no, fuiste y eres una angelical realidad
que aún me estremece
cada vez que te pienso.
Siempre que te miro veo en ti
un reflejo...
Dos mitades... Dos seres
que se unieron con grandioso Amor
y forman en ti una Eterna Unidad
que intuyo en tus adentros.
Tu carita de Vida.
Tu aroma a bebé...
Tu color del Cielo...
Pequeño personaje
de grandes escenas
que protagonizas
desde ese día Bendito de Octubre
la inolvidable obra,
la primera de mi experiencia materna
por siempre querida (...)
¡Te quiero!
Mamá.

Sueño


Soñé anoche con otra vida,
otro mundo...
Soñé con un cuerpo distinto
y un alma que no me pertenecía.
Viajé por diversos espacios sin tiempo...
Sentí como nunca antes lo he hecho...
Recorrí parajes verdes llenos de flores
blancas, amarillas, rojas y violetas...
Me confundí con sus aromas.
Llegué a pensar por un instante
que aquello no era un sueño...
Ahora que desperté
añoro estar así...
Porque me invade una dulce melancolía
que me enfrenta a una realidad
tan gris, iluminada únicamente
por un sol
de nueve años y una luna de cinco otoños...
Pues ellos son el motor que me ayuda
a seguir viviendo...
Quiero soñar... Soñar... Soñar...

Nueva existencia


Puede ser que mañana
amanezca una nueva existencia...
Quizá encuentre de nuevo la alegría
con que me premian las pequeñas cosas
cotidianas en la vida diaria.
La sonrisa de un niño...
El cantar de un pájaro...
El olor a café...
Un paseo por el campo...
¡Sí,  mañana será un nuevo mundo!
Donde la paz no sólo regrese a mi espíritu
sino que inunde a todos los seres
de nuestra madre tierra...
¡Hasta mañana esperanza!

Silencio Blanco


Escucho el silencio blanco
de mi memoria
que desvela uno a uno
mis pensamientos cuasi-eternos...
Viven, respiran el sutil hilo dorado
de mis sueños...
Y de mis sentimientos.
Tan sólo disfruto del aroma divino
que se me antoja
cuando los espero...

Música soy


Música soy
porque en mí vibran
las notas de la Vida
Infinitamente amada...
Soy arpegio de dulce arpa...
¡Sí!, soy música...
Música... Música...
Melodía de Luz...
Canción de Paz
Sonido silencioso de Amor...

Papá


Fue la unión de dos seres maravillosos
lo que me trajo a esta vida.
Nací a través de ti,
Papá
y me transmitiste la sabiduría...
Recuerdo con gran cariño
momentos vividos en mi tierna infancia
en los que nos inculcabas
tu amor por los libros:
Esos auténticos compañeros tuyos...
¡Qué bonito!
Con el paso de los años,
he logrado comprenderte
e incluso excusarte,
que en esta vida,
quiero que sepas
aprendemos tropezando
¡todos!
Es así, que mis tropiezos
se convirtieron en flores amarillas
 y que tus virtudes
se transformaron en lluvia limpia
y tus defectos en mariposillas.
Ahora sé que mucho
de lo que has emprendido
ha sido por nosotros, tus hijos...
Nunca olvides,
Padre mío,
Lo mucho que te quiero
y te he querido.
¡Gracias!
Tu hija Mariluz.

Llega el otoño


Siento en mi voz
la suave brisa del viento otoñal
que acaricia mis sentidos
como las manos fuertes y dulces
de un amor sempiterno...
Poco a poco llegan a mi rostro
pequeñas hojas doradas
que me miman los sentimientos.
Recuerdos de un presente...
Sueños de un pasado...
Ilusiones de un futuro...
Trae septiembre,
el mes más hermoso del año...
Con él comenzamos siempre
y en él nos enamoramos
de su semblante de paz...
¡Cuánta hermosura hay
en las cosas cotidianas!...
Otoño sutil
lleno de luz,
de continuidad...
Nací contigo
un día doce,
como los doce meses
del año.
Como los doce Apóstoles
que nos prodigaron
La verdad auténtica...
¡Cuántos colores en la melodía
que suena a través de ti
cada otoño dorado!...

Al Hospital General De Gran Canaria “Dr. Negrín”(una experiencia con el cáncer)


Desde el dolor y el miedo
escribo a mi corazón
para llenarlo de consuelo.
Buscando confianza,
Agarrándome a la Fe,
esa eterna dama blanca tan añorada...
Momentos de nerviosismo me invaden
mientras espero tendida en una cama de hospital
a que me lleven a enfrentarme
a mi destino cambiado...
Palabras de aliento de una familiar amado (mi padre).
Miradas de cariño de un enfermero.
¡Cuánta gente, buena gente a mi alrededor!
¡No, sola no me encuentro!
Son seres puestos en mi camino
que me han iluminado
como el faro de un puerto
en el que los barcos de la tristeza atracan
y donde los veleros de la incertidumbre
emprenden un largo viaje...
Mas sin embargo, he sentido magia
en el ambiente aséptico...
Seguro... como aquel “Ángel”
que a través de un niño
me saluda con una sonrisa esplendorosa
por los pasillos,
mientras que con cierta dificultad camino.
Son momentos de reflexión,
a veces necesaria pausa en la vida...
Que invitan a replantearse tantas cosas...
Ahora entiendo el por qué
que en ocasiones he llorado.
Era necesario pasar por esto.
Era preciso sentir el milagro.
El milagro de seguir caminando...
La dicha de continuar respirando...
Escuchar el sonido de la vida
que se anuncia a cada instante cantando...
Todo es Vida en este Bendito Hospital
a pesar del lamento
e incluso “paradójicamente”, de la muerte...

3 de Marzo de 2004




¿Más se puede querer?


¿Más se puede querer?
Dejo cantar al ser queriendo alcanzar la plenitud del alma.
Melodía  presentida desde el inicio de mi estancia en este casa
donde todo es vida, donde hay una luz encendida al alba…
Una sucesión de instantes alegres y tristes
 a lo largo del peregrinar de este cuerpo, de este espíritu, de esta mente…
Sucesión de instantes callados, instantes bailados,
momentos armónicos…
Siempre supe cuál era mi misión, lo que no la dejaba salir a escena…
 Un escenario  me esperaba con ansias de aplausos, de vítores, de calor humano…
Mas yo no estaba por la labor de dejarme ver…
¿Qué pasaba por mi cabeza?
Recuerdos de vida…
Sabores dulces, salados, ácidos, amargos…
Un abrir de todos los sentidos hacia donde sólo yo podía llegar.
Un caminar sola pero acompañada…
Un subir pero un bajar,
un nacer y un morir.
Cambio en lugar de permanencia.
Música en vez de silencio,
silencio en vez de acción…
Un continuo amanecer en el anochecer de mis mañanas.
Un constante anochecer en el amanecer de mis noches…
Magia, blanca, azul, amarilla, verde…
¿Qué más quiero?

¿Más se puede querer?